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Se derrumba un país, un golpe ya está en práctica/ Empresas en rumba atacan de forma mediática/ Un nuevo presidente se levanta sin sufragio/ Derrocan un comandante, pero no callan al barrio
Por la letra de “Patriotas”, escrita por el rapero venezolano Master junto a otros tres integrantes del grupo Área 23, es difícil imaginarse que este hijo del 23 de Enero, uno de los barrios más pobres y también más politizados de Caracas, no se haya preocupado por la elección del presidente Hugo Chávez en diciembre de 1998. “No me interesó cuando él ha llegado al poder”, revela Master, nombre de bautismo Jorney Madriz. “Pero sí [me importó] cuando él sufrió el golpe en 2002”.
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“Antes de Chávez, la juventud venezolana experimentaba un período de apatía política”, resalta el rapero. “Con la llegada del presidente, sin embargo, este enorme sector de la población se despertó y es casi imposible no adoptar una postura política.” Master era uno de esos jóvenes que vivieron la turbulencia venezolana a principios de siglo. A partir de aquel momento crucial, su historia personal se mezcló con la del país.
La rebelión de los barrios aplastó su descaro/ ¿Qué pasó Venezuela, mataron la vocación?/ Eliminaron nuestra lucha y tumbaron la revolución?
Así como la resistencia popular al golpe contra Chávez en abril de 2002, el estreno de Master en el universo de las rimas fue espontáneo. “Es difícil explicar cómo empecé. No hubo una razón política o consciente”, explica el artista, con el hablar cadenciado, suave. Él cuenta que tuvo un largo recorrido antes de poder establecer su estilo. “Sigues la corriente que acabas de encontrar, del rap norteamericano, comercial, o vas en contra de la corriente. Elegí ir en contra. Tenía solamente 12 años”, recuerda, ahora con 28, vestido de la cabeza a los pies con el uniforme del hip hop: pantalones y remeras anchas, gorro “jockey”.
La entrada de la política en sus composiciones fue aún más natural. En el 23 de Enero, la politización era latente desde mucho antes del arribo del “comandante”, como Master se refiere al presidente venezolano. El rapero vivió en uno de los conjuntos habitacionales del barrio, construidos durante el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez (1952-1958). Rebautizado para homenajear la fecha de derrumbada del dictador, “el 23”, como los habitantes se refieren a este pedazo de Caracas, se transformó en una tradicional trinchera popular. Volviéndose una leyenda cuando, en 2002, salieron desde allí multitudes que ocuparon las calles de la capital, exigiendo el retorno al poder del presidente Chávez, secuestrado por militares golpistas.
De madrugada militares preparan emboscadas/ Revelarse al proceso será una empresa muy cara/ Programación especial para que nadie se percate / Que la gente está en la calle y que saldrá en rescate
No se tolera un secuestro, que las voces se unan/ El bravo se defiende desde un gran fuerte Tiuna/ Paracaidistas libertarios que no se detuvieron/ Marcharon, atacaron, rescataron nuestro cielo
El golpe cívico militar, impulsado por la prensa y apoyado por el gobierno de los Estados Unidos, no duró más de unas pocas horas. Chávez, que había sido secuestrado en la madrugada del día 11, volvió al Palacio Miraflores, por las manos de la Brigada de Paracaidistas, 48 horas después. “En estos días conocí de verdad a la oposición. Eso me motivó a componer”, cuenta el rapero, que en esa época vivía en Carabobo, estado al Norte del país.
Ahora con tantas voces, que se oiga en el mundo entero/ Venezuela no le teme a la fuerza de un imperio/ No, ya no le teme
“Creemos en Chávez porque vimos en él un aliado estratégico, que abre grietas en el Estado para que personas como nosotros tengamos participación”, enfatiza Master. El Ministerio de Cultura fue creado únicamente en 2005 – antes el sector era administrado por un instituto autónomo. La Misión Cultura, lanzada el mismo año, es especialmente dedicada a promover la cultura de raíces venezolanas, formando artistas y grupos culturales.
“Somos una herramienta que puede ser empleada de muchas maneras. Hablamos por la revolución”, resalta Master, mientras cae la tarde en la ruidosa Plaza Bolívar, en Caracas. A metros de allí, el Teatro Nacional ya se llenaba de venezolanos de todas las edades, para un día de presentación con diferentes grupos de rap. En el público, un señor de cerca de 70 años agitaba una de las manos al sabor de los beats, mientras la otra sostenía un minitelevisor. Chávez anunciaba un nuevo plan de seguridad.
Además de hacer rap, Master también es productor visual en Ávila TV, creada hace ocho años por el gobierno del Distrito Metropolitano de Caracas como una escuela audiovisual. “La idea era agarrar una cámara, un micrófono, una computadora, cosas que siempre estuvieron el las manos de otros en Venezuela, y salir a las calles. Fue tan significativo que asumimos el canal como trinchera de lucha”, afirma. Poco después fueron creadas 31 Epatus (Escuela para las Artes y Tradiciones Urbanas), bajo el paraguas del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, en las cuales ciudadanos de todas las edades pueden conocer la cultura hip hop.
Personaje de la cultura y de la política, Master se prepara para la campaña presidencial. “Para nosotros es estratégico que el comandante siga en donde está”, declara categóricamente. “A veces pienso que sería bueno otras opciones de poder. Pero no ahora. Es necesario buscar a los miles de Chávez en las calles, que todavía se están formando.”
Traducción: Luciana Taddeo
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