Sentada en un pupitre, se toma pocos minutos para dar forma con lápiz, marcador y papel al rostro de una mujer con rasgos de una historieta japonesa. A sus 17 años de edad Malú Pérez es dueña de una destreza para el dibujo, ha participado en publicaciones y es profesora de la Escuela del Cómic en Guayaquil.
La joven confiesa que desde niña tuvo una afición por el dibujo y contar historias y eso la llevó a “profesionalizarse” y ahora ve cumplido ese sueño, pues a punta de pulso y creatividad dio vida a una leyenda, cuyo lanzamiento se realizó hace pocos días.
Como Malú hay decenas de jóvenes que cada vez más se interesan, en Guayaquil y el resto del país, por incursionar en el mundo del cómic, algo que es tan antiguo, pero que en la última década ha cobrado mayor importancia con la organización de eventos, talleres, convenciones, entre otras actividades, que llevaron a reunir a los amantes de este arte en un colectivo denominado Cómic Club.
Su presidente, Alfredo García, recuerda que en 2003 un grupo de amigos, coleccionistas de revistas, dibujantes y otros ilustradores organizaron un primer evento en un centro comercial de la ciudad, donde tuvieron la oportunidad de mostrar al público su afición y arte.
Desde allí nació la idea de formar lo que después se llamó Cómic Club, con el objetivo de integrar a todos quienes se dedican al denominado noveno arte.
“No habían muchas expectativas al principio, muchas puertas se cerraban, muchos tenían miedo de mostrar sus trabajos porque pensaban que eso para niños, pero luego se fueron incrementando los adeptos en la medida que iba creciendo el tema”, comenta García, quien señala que ya no solo se exhiben, venden o intercambian cómics, sino que se abren espacios para artistas locales para que muestren sus obras y se traen a expositores internacionales para que brinden charlas a un público cada vez más ávido de conocer esta expresión artística.
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Es así que hasta la actualidad se han desarrollado ocho convenciones nacionales de cómic en las que participan autores de distintas ciudades como Quito, Ambato, Quevedo, Loja, Cuenca y otras ciudades, donde el noveno arte va tomando fuerza.
Y prueba de ello es que del 1 al 7 de julio se desarrollará en la Plaza Colón de Guayaquil la novena Convención Nacional, dice García, al tiempo que resalta el talento nacional, que es un diamante en bruto, pues hay casos de ecuatorianos que han sido contratados por importantes firmas de cómics de Estados Unidos y Japón para que aporten con su trabajo.
Agencia Andes
Mauricio Gil, director de la Escuela del Cómic, dice que en el 2003 apenas había dos revistas de autores nacionales en el mercado guayaquileño, pero luego con la creación del Cómic Club y el centro que dirige desde el 2006, en el año 2008 se llegó a doce personas que se dedicaban a realizar historietas y actualmente se cuenta con unas 21 publicaciones nuevas.
No obstante, García y Gil reconocen que aún falta mucho camino por recorrer para que las empresas, sobre todo privadas, conozcan y apoyen este arte. En ese sentido coincide Adrián Peñaherrera, ilustrador de un medio de prensa guayaquileño, quien señala que parte del problema es porque mucha gente aún encasilla a los cómics como subcultura, hay prejuicios como que esto es para niños, cuando hay muchos géneros que se abordan, por ejemplo, de superhéroes, de historia, de ficción, para adultos, es decir un sinfín de géneros para el público al que vaya dirigida la publicación.
“El cómic te permite expresarte, comunicar y educar de una forma amena y entretenida”, sostiene Peñaherrera.
En ese sentido, los representantes del cómic creen que el tema de la censura debe aplicarse de acuerdo al público al que pretende llegar el autor. Por eso, García sugiere a los artistas no encasillarse en un solo estilo, sino incursionar en varios para que de esta manera pueda tener más oportunidades.
Respecto al tema del apoyo económico, García reconoce que más proviene del sector público que del privado, a través del Municipio y del Ministerio de Cultura, este último que aprobó los fondos para los festivales y las publicaciones de los autores nacionales, así como auspicio para organizar charlas, talleres y participar en la Feria del Libro desde el 2010.
“En un taller que tuvimos en la Universidad Católica en mayo último llegaron representantes del Ministerio de Cultura que nos expresaron su reconocimiento por el trabajo que desarrollamos”, menciona García, quien explica que cada convención tiene una temática.
Por ejemplo, el encuentro de la Católica fue dedicado a Iron Man y en julio próximo será con la temática de Superman, en homenaje a los 75 años de creación de este héroe del cómic que ha sido por décadas inspiración para muchos amantes del arte.
En ese encuentro nacional, que se desarrollará en la Plaza Colón de Guayaquil, habrá un área destinada a la exposición de los artistas nacionales, otra para la venta de revistas y una tercera que será una especie museo del cómic donde se podrán adquirir colecciones de revistas de Superman.
También se darán charlas, proyecciones y el último día se hará un concierto de clausura y el tradicional concurso de cosplay, que es un evento que también va ganando seguidores y que consiste en que los participantes acuden con disfraces de sus personajes favoritos y, según sus caracterizaciones, se hacen acreedores a un premio. “Es un momento para soltar esas emociones y sentirse un superhéroe”, explica Gil.
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Los expositores de este arte coinciden en que es un desafío mantener vivo este arte en una coyuntura en que cada vez menos gente lee (el promedio de lectura de los ecuatorianos es de medio libro por año), pero justamente, dicen, en los desafíos está su fortaleza, porque su creatividad les permite dar vida y animar las historias que, a veces, resultan aburridas contarlas en los formatos convencionales.
Por eso dirigen su mensaje a los propietarios de librerías para que coloquen en sus vitrinas los cómics nacionales y así la habilidad de Malú Pérez y demás exponentes de este arte puedan llegar al público.
DATOS
Escuela del Cómic
La Escuela del Cómic nació en el 2006 del interés de niños y adultos por aprender este arte. Son cursos de seis meses de duración, divididos en tres módulos en los que se aprenderá cómo crear y diferenciar cada guion, cuántos cuadros hay en cada página, el análisis iconográfico, semiótica del cómic, pintado, teoría del color, diagramación computarizada, dibujo, entre otras técnicas. Para informes se puede escribir a: escuela.comic@gmail.com
Localismos
El Anime es la versión japonesa de lo que conocemos como dibujo animado y el Manga es la versión japonesa del cómic o historietas.
Fanzine
Es una publicación sencilla de cuatro carillas en la que se cuenta una breve historia. Por falta de presupuesto muchos autores recurren a este formato.
Mensaje
“Si tienen una idea, valórenla, no la dejen guardada en un cajón, explótenla, sáquenla así sea en un video, en música o una historieta, lo importante es que puedan expresarse”. Mauricio Gil, director de la Escuela del Cómic.